Durante la vida fetal el corazón necesita de varios orificios que hacen posible la conexión de la circulación de la madre con la del embrión en formación, dichos orificios suelen cerrarse inmediatamente después del nacimiento para que el sistema circulatorio del recién nacido entre en el comando necesario para la vida posterior al nacimiento.
En ocasiones estos orificios permanecen abiertos provocando que el corazón conecte cavidades que no están supuestas a estar comunicadas posterior al nacimiento produciendo esto una sobrecarga de volumen en dichas cavidades y un fallo en el proceso de expulsión a las distintas circulaciones (mayor y menor) con alteración del proceso de oxigenación sanguínea.
También parte de los orificios anormales en el corazón tienen que ver con un defecto en el proceso de formación de las distintas estructuras del corazón (malformaciones congénitas) provocando distintas situaciones que pueden ser en algunos casos incompatibles con la vida extrauterina. Para la corrección de estos defectos de cierre de orificios en el corazón existen varias alternativas. Una es la opción de cirugía cardiaca y otra es la opción de cierre a través de cateterismo cardiaco. El cierre de orificios mediante técnica de cateterismo consiste en la implantación de un sistema de doble disco dentro del defecto donde cada uno de los discos queda protruyendo hacia una las cavidades involucras creando una especie de sello que evitara que se sigan comunicando estas cavidades.
Un ejemplo de estos dispositivos es el llamado Amplatzer, el cual se puede utilizar para cerrar defectos entre las aurículas derecha e izquierda (FOP, CIA) y los Ventrículos derechos izquierdos (CIV).